viernes, 19 de septiembre de 2008

Sutilezas de un ego retorcido


El que seas inteligente, no te hace más profunda, así como tampoco es posible alejar la superficialidad en forma de conocimiento y florituras huecas que salen desperdigadas de tu mente, y que con verguenza las deja salir tu boca, disimulando inúltimente que estás llena de nada.

Y desde tu soledad...

Maldecirás el haber sido como eres :)!

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Tampoco es más inteligente el que más sabe, sino el que sabe resolver más problemas con lo poco que sabe ;)

Un besote!!!

CalidaSirena dijo...

Como suelo decir, la inteligencia no siempre va de la mano con la educación y el saber estar...
Besos con mucho cariño preciosa..
Feliz finde

Anónimo dijo...

"y que con verguenza..."

"Maldecirás el haber sido como eres"



¿Pero ése es el sentir de la narradora o de su creación?


La soledad muchas veces pesa más en compañía. Si supiésemos por qué se aleja la gente, si pudiesémos explicar por qué dirigen su mirada hacia recodos que no advertimos, si pudiésemos despojarlos de todas sus máscaras... ¿Qué? ¿Cómo terminan algunas locuciones? Hacia dónde camina la gente, por qué nos paramos aquí y no allí, quién narices puede comprendernos...


Uno no maldice nunca ser como es. Las circunstancias nos hacen, nos dirigen. A veces ni sabemos de otra manera...



Elena

Nel dijo...

Hola!
Muy cierto lo que escribes. Saber más, los estudios y demás no hacen a la persona, sólo la adorna. La profundidad está en la vida, en cómo la vives y lo que aprendes de ello, y no en todo lo que se puede leer, ver o estudiar.
Aunque también está la "inteligencia emocional", que ya es otra cosa y esa sí se puede ir haciendo con el tiempo (no como la intelectual).
Tristemente hay muchas personas que creyendo saberlo todo, nunca se abren a escuchar o a intentar comprender o aprender algo nuevo... peor para ellas.

De todas maneras estoy segura de que este escrito no habla sobre ti, tú no estás hecha a base de enciclopedias, sino de cariño, vida y comprensión... sólo hay que "leerte" un poco para darse cuenta de ello.
Muchísimos besos.

Anya dijo...

GRacias a todos por los comentarios, efectivamente Nel.la, el escrito no habla de mi, sino de las personas que como bien describes, creen que sólo priman esos adornos, antes que la persona, gracias por tus palabras, un besote!

Anónimo dijo...

Las palabras enredadas que estallan en mil pedazos se atisban desde todas las losetas. Empujan hacia abajo y ni nos enteramos, ni nos movemos un maldito milímetro. Las mismas geometrías se ríen de nosotras, ¿te das cuenta?

Un adorno es un título universitario. Un rostro bonito es un adorno. Enamorarse de la mera belleza es otro. Mirarse seis millones de veces a un espejo es otro adorno. Un abogado es un adorno. Un médico. Un buen profesor. Un genial conferenciante. Un químico. Un maldito erudito. Incluso un pseudointelectual que come la mierda que deja el que está arriba. Las metas son adornos. Las palabras bonitas. Los sueños. La ilusión. El amor. Y la misma rabia. El sentirse por encima de los demás es un adorno -la vanidad-. La hipocresía. La inteligencia. La no inteligencia. Qué queda si escarbamos, Anya

Anónimo dijo...

aprender día sí y día también...basta de adornos xD
Besos a millones preciosa!

Anya dijo...

Elena, siento una inmensa rabia en tus palabras, cuando ni siquieras sabes el origen de mi escrito, y si escarbamos quedan los sentimientos, lo que somos, lo que podemos ofrecer,las cosas por las que nos quieren y por las que no, todos tenemos adornos, lo que no tolero es anular al ser humano, por no tener suficientes, lamento muchísimo si te ha sentado tan mal esta entrada. Mientras tanto deja que las geometrías se mofen de nuestras banalidades!