miércoles, 27 de agosto de 2008

A mi nana


Se te arrebató todo, nunca te quejaste, cambiaste el dolor de tu silencio por palabras hermosas hacia nosotras.
Madre no es la que pare, sino la que cría, temo que la imperdonable demencia senil me borre de tus recuerdos.
Recuerdo esa mirada triste al despedirnos los domingos cuando te visitábamos, odiaba partir y dejarte sola.

Desde tu orfandad nos diste todo lo que tenías: tu amor incondicional! Me gustaría que supieras que te amo, también eres mi madre.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay determinadas personas que en nuestra vida le tenemos un cariño incomparable. Yo a mi madre la quiero mucho, muchísimo. ¿Cómo no se va a querer a una persona que lo da todo por ti? :)

Un beso!!!

CalidaSirena dijo...

Mi niña preciosa, seguro que sabe que la amas, seguro que sabe que tu amor por ella es bello y tierno.Y aunque en su memoria no lo pueda retener, seguro que en su corazón perdurarás siempre..
Besos con mucho cariños mi linda niña

Anónimo dijo...

"temo que la imperdonable demencia senil me borre de tus recuerdos"


:( Lo siento. El tiempo no para. No deja.



Me gusta la fuerza que gotea de cada letrita. De tus ojos a una hoja de papel

Nel dijo...

Qué bonito detalle de amor...

Lo de la demencia senil es triste... pero estoy con lo de "calidasirena": aunque en su memoria olvide, seguro que su verdadero SER siempre te recordará, en su corazón.

El amor dado y recibido nunca se olvida... o nunca debería olvidarse. Yo creo que siempre queda, en nuestra alma, alimentando a nuestro espíritu.

Un abrazo bien fuerte.